viernes, 7 de noviembre de 2025

Colometa

Pido un dorayaki de anko y un matcha con leche y hielo. Ella aparca su credo y sucumbe a un dorayaki como el mío junto a un té con bebida de avena. Mientras merendamos sentados en dos taburetes altos charlamos de lo infinito de la librería de segunda mano y me cuenta que ha vuelto a Rodoreda, mientras me lee una de sus muchas anotaciones. No se da cuenta, pero hace una pausa y espera reflexionando un segundo y medio, porque cuando se relee mira al pasado, y no sabe si habla con la joven del pelo negro azabache que, a los 20 hizo los apuntes a lápiz al margen de las páginas de La plaça del diamant, o si interactúa con la misma Colometa.

Esos apuntes son un reflejo de sí misma, que aparecen detrás del cristal del tiempo, y que le cuentan que lo ha hecho bien, porque después de tantos años haciendo lo correcto ahora es mejor que nadie, al menos en corazón y espíritu. Su pasado todavía late sobreviviendo en un verbo en imperfecto. Narra con detalle sus vivencias para que entienda sus porqués de hoy.

Después de cenar nos tumbamos en el sofá. Sobre el silencio intacto flota "Hands of Time" durante la imagen nocturna de Los Ángeles en un traveling aéreo, con la que Mann ha convertido el ambiente en una poesía audiovisual. Finalmente caigo, y el sueño, en forma de cabeceo intermitente, me lleva con los ojos cerrados a no poder escapar de la pesadilla del engaño que ha corrompido el recuerdo de la felicidad de  mi pasado, pero al abrirlos de nuevo vuelvo a la belleza del hoy y a la sinceridad del tacto, porque nos acompañamos, y entre ese mar de caos oscuro e incertidumbre a medio-largo plazo, algo sólido respira.  

 Enric 

domingo, 27 de julio de 2025

Aletargado

El verano ya está aquí y los días transcurren bajo un silencio social fabuloso. Me dedico a cocinar para los niños, rematar las asignaturas del máster, y me someto a una sordera ambiental extrema que sólo permito que rompan la gente más cercana y algún contacto puntual con compañeros de trabajo. Sobrevivo aletargado con el ritmo mental del Above de los Mad Season, a los que su lifetime fugaz les reservó un espacio en el rincón más épico del firmamento.
Creo que sueño con ella porque mi mente proyecta nuestro fin de semana, pero de repente mis hijos me despiertan de la siesta porque quieren ver una película de Star Wars, con lo que terminaré en el sofá cabeceando y cerrando los ojos de nuevo porque hoy tampoco he dormido más de 4 horas. 

Todo se repite, el día ha transcurrido y de nuevo no puedo dormir y escribo. Reflexiono sobre si lo que plasmo en el blog va permanecer inmortal y olvidado, o si en algún momento va a desaparecer para siempre. Dudo sobre si queda algo del amor del que no escribí nunca nada, porque éste ya ha muerto, o si ahora amo porque hay algo capaz de retener ese stream of consciousness que se precipitaba sin freno, haciéndome escribir de nuevo, y que me lleva a no comprender como he vivido tanto tiempo sin necesitarla.


Enric

jueves, 17 de julio de 2025

El mal

Es entonces cuando, como un relámpago, aparece en mi mente y tomo conciencia y lucho para que no se desvanezca. Es una metáfora, un sin sentido absolutamente lógico, un conocimiento reflexivo que quiero escribir antes de que sea demasiado tarde. 
Mientras espero observo por la ventana del techo, y la luna reivindica su presencia con la luz que riela detrás del esmog de la gran urbe. Parece que ese reflejo no tiene fin, pero sí lo tiene, porque me evoca el recuerdo de las salidas nocturnas con mi perro volviendo a casa desde lejos por el camino de adoquines que hay entre la playa y las vías de tren.

Al final, como la imagen de un espejismo, la idea se vuelve temblorosa y se desvanece, pero me ha servido para salir de la cama, subir a la buhardilla, y buscar en la estantería Las flores del mal para poder cerrar los ojos y soñar de nuevo.


Enric

viernes, 30 de mayo de 2025

Rojo forjado

Mientras la joven prepara los viales de muestra me mantengo en silencio, y continúo leyendo. Avanzo en la segunda estrofa y me sorprende el uso de wrought, cuando Poe hace referencia al dibujo del fantasma forjado por las ascuas moribundas en el suelo. Justo cuando pienso que esa especie de hipérbole es preciosa, la enfermera me mira, levanta la yema del dedo de su mano derecha con la que recorría mi brazo buscando la vena mediana cubital, y con suavidad me dice "coge aire: a la una, a las dos y a las tres", e introduce la aguja, para llenar inmediatamente las ampollas de muestra mediante el vacutainer. Los cinco tubos pasan a ser de color rojo en pocos segundos. Con la amabilidad y la dulzura de su juventud, la chica me coloca una gasa sobre el pinchazo y me pide que presione para que no me quede un hematoma. Cierro el libro por la página 178 y la miro pronunciando con mi voz grave un "Ok", que ella interpreta con empatía y me responde "no estás bien ¿verdad?". 
Recojo el libro, me despido, y con mucha hambre porque estoy en ayunas, voy hacia el coche. El olor a gasoil y goma del jeep de mi abuelo me reconforta porque me transporta a la felicidad de los veranos de mi infancia.
Conduzco sin puertas y el aire caliente me hace pensar en el poco tiempo que le queda a este mayo que muere. Vuelve el calor y sin creer en el karma encuentro en los cambios de mi vida la fortuna.


Enric

miércoles, 9 de abril de 2025

Safe House

Nuestra safe house estaba en la cima de un bloque de apartamentos cerca del centro de la ciudad. Operábamos disfrazados de oficina de comercio exterior. Hacía tiempo que nos habíamos desplegado en la zona actuando con cobertura diplomática y cumplíamos con creces el target de captar colaboradores descontentos con el régimen, mientras que financiábamos a las milicias locales para mantener el desequilibrio en el poder.

Una operativa de acción encubierta tan cercana a la población nos impedía muchas veces portar armas, así que únicamente nos podíamos servir de las contramedidas para movernos por el territorio como lo hacen las lagartijas en el jardín de tu casa, con agilidad y cautela.

Mientras llevábamos a término la tarea colosal de captar informadores, entre la misión y los viajes en avión a los países fronterizos para contactar con disidentes, pasaban los meses, y nuestros matrimonios se veían afectados. S0da se había divorciado de la primera mujer, mi matrimonio daba los últimos coletazos, y Rick hacía días que se había enterado de una de las infidelidades de su esposa. Asumíamos que nuestro trabajo exterior tenía un beneficio para nuestro país, pero un coste insostenible para nuestras vidas.

Nos vendieron, algún hijo de puta dió el soplo. Recuerdo exactamente el instante en que se desencadenó la desgracia. El vigía del sobreático hizo parpadear las luces de la entrada de la finca, indicando que había alguna amenaza cerca. S0da, Rick y yo nos acercamos a la puerta rápido, pero una camioneta pasó a gran velocidad y soltó una ráfaga con un rifle automático, seguramente una AK del 7.62, de las que nosotros mismos hicimos llegar a las guerrillas locales para que cometiesen el anterior golpe de Estado. Fue rapidísimo, sucedió en dos segundos. Oímos silbar cerca de nuestros cuerpos los cinco o seis proyectiles, y Rick se desplomó al suelo. S0da le agarró el brazo izquierdo y lo pasó sobre su cuello, y yo hice lo mismo con el derecho, e intentamos subir la escalera para llegar al ático, pero era demasiado tarde.

Rick, entre espasmos y balbuceos, soltó un "estoy jodido", porque tenía conocimiento de heridas por arma de fuego, y al ver que no sangraba, sabía que en cuestión de segundos iba a morir de asfixia por su propia sangre encharcada en el pulmón.

Ese fue el instante de su adiós, y pronunciándolo como pudo, nos soltó un "Decidle que la quiero, que el engaño y el orgullo ya no importan, y que con un 'siento haberte hecho sufrir' me bastaba...", y en ese momento Rick cerró los ojos para siempre.


Enric