viernes, 30 de mayo de 2025

Rojo forjado

Mientras la joven prepara los viales de muestra me mantengo en silencio, y continúo leyendo. Avanzo en la segunda estrofa y me sorprende el uso de wrought, cuando Poe hace referencia al dibujo del fantasma forjado por las ascuas moribundas en el suelo. Justo cuando pienso que esa especie de hipérbole es preciosa, la enfermera me mira, levanta la yema del dedo de su mano derecha con la que recorría mi brazo buscando la vena mediana cubital, y con suavidad me dice "coge aire: a la una, a las dos y a las tres", e introduce la aguja, para llenar inmediatamente las ampollas de muestra mediante el vacutainer. Los cinco tubos pasan a ser de color rojo en pocos segundos. Con la amabilidad y la dulzura de su juventud, la chica me coloca una gasa sobre el pinchazo y me pide que presione para que no me quede un hematoma. Cierro el libro por la página 178 y la miro pronunciando con mi voz grave un "Ok", que ella interpreta con empatía y me responde "no estás bien ¿verdad?". 
Recojo el libro, me despido, y con mucha hambre porque estoy en ayunas, voy hacia el coche. El olor a gasoil y goma del jeep de mi abuelo me reconforta porque me transporta a la felicidad de los veranos de mi infancia.
Conduzco sin puertas y el aire caliente me hace pensar en el poco tiempo que le queda a este mayo que muere. Vuelve el calor y sin creer en el karma encuentro en los cambios de mi vida la fortuna.


Enric